“Estos son centros de degradación”, afirma Juan Carlos Herrera

Holguín, Cuba, julio – El periodista independiente y prisionero de conciencia Juan Carlos Herrera Acosta, de la conocida Causa de los 75, denunció desde la prisión Kilo 8 en Camagüey, la falsedad del sistema penitenciario cubano, y de cómo el régimen continúa llenando las cárceles, principalmente de jóvenes, los cuales, en vez de reeducarse, lo que hacen es destruirse. Señaló Herrera:

“Según dijo el gobernante esto (la prisión) será convertida en escuela. Pero más bien los jóvenes aquí dentro de las prisiones se convierten en verdaderos maestros del uso de las armas, porque deben de defender su integridad física. Aquí hay muchos jóvenes, que más que la libertad perdieron la esperanza.

“Estos son centros de degradación, aquí la juventud no viene a reformarse, por lo contrario, los que logran extinguir su sanción -porque otros se privan de su vida- no han mejorado en nada, y según dicen, siguen siendo potenciales delictivos. Pero es porque realmente aquí no hay sistema reeducativo; los jóvenes aquí no tienen ningún tipo de reeducación, aquí eso no existe.

“Realmente la infraestructura de las prisiones cubanas, que es la más represiva en el hemisferio occidental, nada puede aportar a la juventud. Y puede decirse que aquí nadie viene a reformarse, aquí no existe ese supuesto sistema educativo. Aquí el sistema educativo que hay son los golpes. La juventud se pierde aquí adentro, se pierde la esperanza; se perdió la libertad, ¡se perdió todo! Maltratado físicamente, recluidos en celdas inhóspitas y rodeados de todo tipo de plagas, no se puede reclamar nada. La juventud aquí está perdida. Aquí no existe tal sistema reeducativo.”

Preguntado sobre qué salidas buscan los jóvenes reclusos en este clima de desesperación que él narra, Herrera Acosta responde:

“La salida es la autoagresión: unos se han privado de la vida mediante el ahorcamiento, como un reo que se ahorcó al lado de mi celda; a la automutilación, se propinan heridas con tal de evadir la realidad que están viviendo”. (Liannis Meriño Aguilera)