19 julio 2006

Fariñas protesta y se niega al aislamiento


Santa Clara, Cuba, julio - El disidente cubano Guillermo Fariñas, que cumplirá en breve su sexto mes en huelga de hambre, está decidido a abandonar el hospital si no se autoriza el cese de su aislamiento y su traslado de habitación, explicó su madre, Alicia Hernández.

Fariñas, un psicólogo de 43 años director de la agencia de prensa independiente Cubanacán Press, inició el 31 de enero una huelga de hambre en demanda del libre acceso a Internet.

El disidente, que ha realizado 20 huelgas de hambre desde 1995, se encuentra "grave pero estable", en una habitación aislada de la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Arnaldo Milián Castro, de Santa Clara.

Fariñas decidió hace unos dias negarse a aceptar alimentación parenteral (por vía intravenosa) y advirtió que pedirá el alta voluntaria y abandonará el hospital si los médicos no levantan su aislamiento y le trasladan a una habitación donde pueda recibir visitas a través de cristales.

"Está en una habitación aislada, el teléfono está prácticamente cortado porque a veces le entran llamadas pero se las cortan, y ha pedido que le trasladen a una habitación para poder ver las visitas por los cristales", explicó su madre en una entrevista en su casa del barrio de Parroquia, en Santa Clara.

Guillermo, agregó, se mantiene consciente y orientado, aunque no puede sostenerse por sí mismo, ha perdido todo el vello del cuerpo y pesaba 48 kilos hace dos meses, la última vez que pudo ponerse en pie sobre la pesa.

"Está en una situación muy delicada y en cualquier momento se puede presentar una complicación", añadió Hernández, convencida de que su hijo piensa llegar "hasta el final" con esta huelga pese a los intentos de familiares y amigos por convencerle para que la abandone.

"Como madre, no puedo estar de acuerdo en que cambie su vida y su familia por Internet, que es una cosa secundaria, pero él dice que es su principio, su decisión", señaló.

"Se necesita vivo, no muerto", afirmó su madre, que opinó que Fariñas pide "algo que no está instituido en esta sociedad, pero tiene derecho a pedirlo como ciudadano. Si el Gobierno quiere, se lo ponen, qué no puede hacer un gobierno", concluyó.

Alicia Hernández acude cada día al hospital, a las afueras de la ciudad, donde Fariñas ocupa la cama 1 de la unidad de Terapia Intensiva. Para los visitantes, llegar a ver a Fariñas es una tarea imposible tras una tediosa peregrinación por las ventanillas de admisión, información y los controles de seguridad del hospital.

Según Alicia Hernández, para acceder a su habitación es necesario un permiso del Ministerio de Relaciones Exteriores, aunque "han venido personas con el permiso y no les han dejado entrar". El director en funciones del hospital, Paulino Hernández, por su parte, aseguró que el aislamiento de Fariñas se debe a su gravedad.

Fariñas, explicó, no puede ser trasladado "por su tipo de tratamiento", aunque aclaró que pese a su gravedad "no es una persona depauperada. "Si empieza a ingerir alimentos en este momento, es totalmente recuperable", insistió el galeno.

A juicio de Lester Martín, el médico de asistencia de Fariñas, su estado es grave, tiene riesgo de infección y si persiste en rechazar la alimentación parenteral "comenzaría a consumirse él mismo".

El director en funciones del hospital afirmó que es posible hablar por teléfono con Fariñas en el horario de recepción de llamadas. Sin embargo, comunicarse con su habitación requiere de tiempo y paciencia, sus llamadas se interrumpen en pocos segundos y el disidente casi nunca contesta directamente el teléfono.

El acceso a Internet en Cuba se reserva para la administración, centros de trabajo, hospitales e instituciones sanitarias y educativas, y residentes extranjeros. (EFE)

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