Según Lamberto, la huelga de Gutiérrez tiene el propósito de protestar contra las autoridades carcelarias porque le retiraron los psicofármacos indicados por un especialista para tratar los trastornos que padece, y por la negativa a trasladarlo a la provincia Guantánamo, lugar de su residencia.
Lamberto agregó que ante la actitud de protesta de Gutiérrez, la dirección de Kilo 8 decidió encerrarlo en una celda de castigo tapiada, en vez de responder a sus reclamos.
Concluyó la fuente que en Kilo 8 es práctica común castigar a los reclusos cuando reclaman sus derechos, y que, además, allí se violan constantemente los términos establecidos, y se mantienen a los presos en un régimen infrahumano.
Por otra parte, el prisionero de conciencia Carlos Luis Díaz denunció desde la mencionada cárcel de Camagüey que la nueva dirección del penal continúa aplicando métodos de tortura contra los hombres allí recluidos.
Según Carlos Luis, la guarnición le informó que era una orden de la dirección, encabezada por el teniente coronel Roger Castillo Rodríguez, mantener encendidas y a todo volumen las bocinas ubicadas en el pasillo del destacamento número 10, donde se encuentran las celdas de asilamiento.
Otra de las situaciones anormales considerada por el reo como forma de tortura, es que en el mencionado recinto las llaves de agua tienen corriente eléctrica, lo que provoca que, al contacto con las mismas, el recluso reciba una descarga. En ocasiones ni siquiera se pueden tocar las pilas porque la tensión eléctrica es muy alta. (Marilyn Díaz Fernández, Lux Info Press)
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