El recluso Roberto Tejas Sánchez inició una huelga de hambre en su celda de castigo en la prisión Cerámica Roja, de Camagüey.
La abstinencia total de líquidos y sólidos iniciada por el reo tiene como objetivo protestar por lo que considera una injusticia cometida por las autoridades policiales contra su persona.
Tejas Sánchez, de 34 años, vecino del municipio Majibacoa, provincia Las Tunas, fue detenido en la mañana del 7 de abril del presente año, en Camagüey, y conducido a la unidad de instrucción policial de dicha urbe, acusado de ser sospechoso de un hurto que él niega haber cometido, según expresó a Lázaro González Adán, prisionero político recluido en la misma cárcel.
Roberto asegura que durante los 32 días que permaneció en instrucción fue sometido a torturas físicas y psicológicas. Después de quince días de encierro fue esposado y colgado de una reja durante 72 horas para obligarlo a confesarse culpable del robo de una licuadora doméstica.
Agrega que durante los treinta y dos días de investigación no le otorgaron visita por no haber confesado el supuesto delito. También fue víctima de una maniobra engañosa, mediante una falsa carta en la que supuestamente su esposa le escribía que se declarara culpable, que ella estaba presa, y si él hacía eso, la liberaría a ella. Los responsables de esta maniobra fueron el instructor subteniente Gonzalo, y el primer teniente Edilberto, jefe de investigación.
Lo cierto es que Roberto Tejas fue llevado a Cerámica Roja y espera juicio, razón por la cual decidió iniciar la huelga de hambre por tiempo indefinido, y denunciar ante el mundo la arbitrariedad a la que lo someten. (Marilyn Díaz Fernández, Lux Info Press)
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