La Habana, Cuba, junio - Ángel Juan Moya Acosta, prisionero de conciencia, cumple una condena de 20 años por cargos referidos en el Artículo 91 del código penal, según el informe de 2006 de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
Ángel Moya, quien presidía el Movimiento por la Democracia y la Libertad de Cuba en el momento de su detención el 18 de marzo de 2002, esta casado con Berta Soler, y es padre de dos hijos: Lienys, de 14 años y Luis Ángel, de 11.
En febrero pasado, el periodista Juan González Febles escribió acerca de nuestro entrevistado: "Moya es negro, de extracción humilde y manos callosas. Para negociar, las palmas se las llevaba Moya, era el más político y el más persuasivo".
En este Día de los Padres se cumplieron tres años de ausencia de Ángel Juan Moya Acosta de su hogar. Sus hijos Lienys y Luis Ángel, dos adolescentes, sueñan con el día en que su padre podrá vigilar nuevamente su reposo. Anhelan escuchar su voz dentro de la casa.
Desde la celda donde lo encerraron, los mejores pensamientos de Moya son para sus hijos. Por todo lo que esto significa, traemos a CubaNet las palabras de este prisionero de conciencia, confinado en el Combinado del Este.
P: ¿Cómo enfrenta la prisión?
R: Fortaleciéndome cada día que pasa, moral y espiritualmente, puesto que soy un preso de conciencia.
P: ¿Extraña mucho a sus hijos?
R: Sí, extraño mucho a mis hijos, pero estoy seguro que ellos, al igual que yo, están bien moral y espiritualmente.
P: ¿Qué futuro desea para sus hijos?
R: Un futuro de paz, prosperidad, felicidad, justicia, respeto, tolerancia y libertad plena.
(Cubanet)
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