16 marzo 2006

Cuba, entre los fabulosos cuatro


La Habana, 16 de marzo - Pase lo que pase a partir de ahora, Cuba y República Dominicana estarán entre los cuatro más grandes del béisbol universal cuando cierre sus puertas el Clásico Mundial de ese deporte el cual ,todo parece indicar, llegó para quedarse en el entorno beisbolero planetario.

Cuba ganó el decisivo partido a Puerto Rico por cuatro carreras por tres, en juego en el cual tenía que triunfar para pasar a los semifinales de este torneo, el primero de su perfil en su tipo y cuyo objetivo es repetirse cada cuatro años tal como hacen los mundiales de fútbol.

Aunque todo dependerá de los resultados de los partidos que quedan en Anaheim, California, los analistas creen que es muy posible que cubanos y dominicanos enfrenten a Asia en San Diego, representada quizá por la sorprendente Sudcorea y por Japón.

México parece ya eliminado de la contienda, aunque quizá pueda cambiar su pésimo panorama si logra ganarle a Estados Unidos. Los norteamericanos y hasta nuevo aviso son la gran decepción del torneo. Todos esperaban más del team "yankee" formado por figuras de gran clase pero al parecer en estado de catalepsia deportiva.
Sea como fuere, este Clásico ha sido un éxito de entusiasmo y también financiero por el apoyo de los aficionados en los estadios, y ha unido las fuerzas del béisbol en el mundo después que el Comité Olímpico Internacional marginó a ese deporte de las Olimpiadas. También ha dejado sin efectos las barreras "técnicas" que existían entre profesionales y "amateurs".

Cuba ha sido el estandarte más destacado -quizá el único como colectivo- que rompió esas fronteras. Está probado que como en el fútbol en realidad no existen esos límites. Los cubanos han formado una maquinaria beisbolera que -tal como se pronosticó- ha ganado y perdido en este Clásico. Pero los antillanos han sabido sobreponerse a dudas, predicciones y cierta inmadurez entre sus jóvenes para ganar los juegos claves, como el ultimo en el Hiran Bithorn de San Juan.

Los dominicanos, en el papel, están considerados como "todos estrellas". Sin embargo, en el juego que le ganaron a Cuba en la ronda que acaba de terminar tuvieron que apretar el paso para ganar, especialmente en una novena entrada muy complicada.

La incógnita sigue siendo Sudcorea, que en silencio, sin fanfarrias de ningún tipo, ha enfrentado cada reto y lo ha superado. Los analistas se preguntan si esos asiáticos mantendrán el paso hasta el final. (WDS)

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