22 marzo 2006

"No estoy dispuesto a ceder ante ningún tipo de chantaje", afirmó Pérez "Antúnez"


Camagüey, marzo 22 - Negro que no come miedo, que ha demostrado en más de una ocasión la clase de calibre que carga en el corazón, como aquellos Maceos o este Biset, el prisionero político Jorge Luis García Pérez "Antúnez" se declaró en huelga de hambre hace unos días en la prisión camagueyana Kilo 7, y según los últimos reportes, su vida está en serio peligro.

Tanto es el temor de familiares y amigos que su hermana, la conocida disidente Bertha Antúnez Pernet, se encuentra plantada frente a los muros exteriores de la prisión donde injustamente retienen a Jorge Luis, desde el dia 17 del corriente. "Antúnez" permanece en huelga de hambre desde el 7 de este mes y a esta valiente actividad se ha sumado el preso común Raidel Carmenate. Ambos se encuentran en mal estado de salud, orinando sangre y muy débiles.

Desde la prisión, Antúnez logró enviar una declaración dirigida a la oposición interna y a la opinión pública nacional e internacional, de la cual Voces publica un extracto:

"Mi nombre es Jorge Luís García Pérez “Antúnez”, en prisión política desde marzo de 1990 y más de 11 años desterrado arbitrariamente de mi provincia de residencia Villa Clara.

"Aprovecho la oportunidad para poner en conocimiento del mundo que desde el pasado 7 de marzo me encuentro inmerso en una huelga de hambre, en protesta por un sin número de violaciones a mis elementales derechos, entre las que se destacan la falta de acceso a llamadas telefónicas, que comprende el respeto a mi privacidad y el uso de la libertad de expresión en tales llamadas. Además de las negativas de las autoridades castristas de este penal de brindarme plenas garantías para la protección de mi integridad física.

"Las prohibiciones antes mencionadas ocurrieron a partir de unas declaraciones telefónicas que en días pasados pude brindar a la emisora Radio República, radicada en la ciudad de Miami, Estados Unidos, en las que además de hacer públicas algunas de las violaciones a los derechos humanos que aquí se suscitan a diario, le hice un llamado a mi pueblo para que se sumen a las filas de la oposición pacífica, y no se presten para reprimir como fuerza paramilitar a los verdaderos defensores de sus derechos.

"Los siniestros órganos de represión política del régimen, en contubernio con la alta oficialidad de la prisión, optaron por suspenderme el acceso al teléfono y la entrega del alimento diario que hacía algunas semanas me daban en el destacamento donde con vivo, algo que precisamente se venía haciendo después de una anterior huelga de hambre, en la que reclamé entre otras cosas no tener que acudir al comedor por razones de mi seguridad personal.

"A los gendarmes, por otra parte, parece no preocuparles, ni advierten el sorprendente y rápido deterioro de mi estado físico, y lo peor aún las afecciones pulmonares que se me agravan, los cuadros hipoglucémicos, así como las serias molestias en los miembros inferiores y el consiguiente decaimiento y pérdida de peso.

"Esta situación de soberbia, prepotencia e insensibilidad humana, me hacen pensar que esta protesta además de larga y difícil, será muy peligrosa para mi vida, y como no estoy dispuesto a ceder ante ningún tipo de chantaje, amenaza o tortura psicológica, alerto a la opinión pública mundial de un fatal desenlace, y mantengo ante el mundo, los organismos internacionales, mis compatriotas e incluso ante los opresores, la decisión de seguir denunciando, como hasta ahora lo he venido haciendo, los ataques que contra las personas y contra la dignidad humana se cometen dentro de las prisiones cubanas, al igual que continuar esta protesta hasta las últimas consecuencias si mis contrarios ideológicos no acceden a mis demandas.

"Recabo de Vds., y de todas las personas de buena voluntad del mundo el apoyo y cobertura de esta justa protesta, tanto para mí, como para el joven Raidel Carmenate Madruga, quien con su estado de salud muy delicado se extingue en inanición con una asombrosa resistencia y dignidad."

"Dios los bendiga, ¡Viva Cuba libre!, ¡Basta ya, para Cuba ya es hora!"

Desde la prisión Kilo 7, en Camagüey,
Jorge Luís García Pérez (Antúnez)

Redacción: Voces

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